Las
cosas no terminan de marchar. La gran obra de poner orden y de rehabilitar
nuestra urbanización, después de una década de abandono, que pusimos en marcha
hace exactamente dos años, en agosto de 2013, parece que no finaliza.
En
agosto de 2013 (en concreto el día 3) quienes asumimos la Junta de Gobierno de
la Comunidad, de conformidad con la legalidad estatutaria de nuestra Comunidad
de Propietarios, constatamos la lamentable realidad de la falta generalizada de
mantenimiento de varios elementos comunes, en especial del club social
(puertas, ventanas y persianas; taller del empleado, tejado, terraza, locales
debajo de la terraza, pista polideportiva y su valla de cerramiento, etc.), y
algunas chapuzas peligrosas, como el cierre perimetral (más bien el “no cierre”)
del vaso de la piscina, ya que solo existían unas estacas de madera y unas
cuerdas sueltas; estas circunstancias y otras graves deficiencias en la gestión
de la Administradora, arrastradas durante más de una década, llevaron a su cese
tras la J.G.O. del 2 de febrero de 2014.
En
esa misma J.G.O. se dejó constancia de la necesidad de iniciar las obras de
mantenimiento más urgentes (que son obligatorias) y de convocar unos meses
después una J.G.E. para aprobar el resto de las obras señaladas, evidentemente
con la “derrama” necesaria para financiar las obras que llegaran a aprobarse.
El
3 de mayo de 2014 se celebró la indicada J.G.E., con un doble contenido: por un
lado, informar y tomar decisiones sobre el Plan General de Ordenación Urbana de
Bareyo, aprobado inicialmente y en fase de alegaciones; y por otro lado,
adoptar acuerdos sobre las diversas obras de reparación a desarrollar en los
siguientes meses (según diversos presupuestos) y aprobar el plan de
financiación (“derramas”).
Y
efectivamente se aprobaron las obras y las “derramas”, sin embargo, una vez
cursada la primera de ellas (el 02-06-14), una treintena de propietarios
debidamente orquestados y organizados “por-todos-sabemos-quien”, por no decir
malinformados y manipulados (que también), con la infumable excusa de que el
alcalde nos quería expropiar la piscina, la pista polideportiva y el club
social.
La
puerilidad del argumento es notable, puesto que no existe mención alguna al
respecto en el P.G.O.U. de Bareyo, siendo una simple excusa de mal pagador.
Sin
embargo, la J.G.E. de 28-06-14 aceptó la astracanada y acordó la “suspensión
temporal” de las obras y la conversión de la “derrama” girada en cuota
ordinaria de comunidad del tercer trimestre del año, para los que la pagaron
religiosamente y no cayeron en el imbecilidad de devolverla por riesgo de
expropiación.
Pero
la excusa era tan simple, o tan simplona (“expropiación municipal de la
piscina, pista polideportiva y club social”), que bastó con un par de simples conversaciones
telefónicas de “no-se-sabe-quien” para que se alzara la suspensión (e-mail de
13-01-2015, que “subimos” al blog de la misma, pinchar aquí encima para
enlazar), lo cual da buena cuenta de cómo se manipulan los acuerdos de una J.G.
ya manipulada de por sí, y de cómo se vuelve a la manipulación para, sin contar
con nadie, sin ningún propietario opinara, los acuerdos quedaran en “agua de
borrajas”, ya que, por cierto, aún no ha cambiando nada, porque ni han sido
contestadas las alegaciones al P.G.O.U., ni el mismo ha sido corregido, ni nada
ha cambiado desde su aprobación inicial y publicación en el B.O.C.
Así
que, ¡en fin!, en enero pasado se reanudó el plan de obras, aunque a la fecha
aún no han concluido porque faltan los remates, como es la pintura interior del
Club Social, ya que el cambio de puertas y ventanas ha desconchado las paredes
y se hace precisa, y urgente, una buena mano de pintura … ¡que lleva más de
seis meses de retraso!.
Es decir, que tenemos un Club Social al que se ha hecho una
rehabilitación profunda que nos ha costado a todos docenas de miles de euros
(¡aún no conocemos las cifras!), en pesetas, muchos millones de la antigua
moneda nacional, pero, pero, pero …y esto dicen algunos que es lo mejor del
conjunto de despropósitos: ¡los propietarios no podemos utilizar el Club
Social!, el actual presidente se dedica sistemáticamente a impedir el uso del
Club con subterfugios pueriles, parece que por usar el club se puede acabar
estropeando … ¡manda narices!, incluso ha tomado decisiones como llenar de
cámaras de videovigilancia el interior del Club para grabar a quienes pudieran
utilizarlo (¿afán de cotilleo?, ¿disuasión frente a roturas y mal uso?,
¿invasión de la intimidad de los propietarios que usen el Club Social?, ¿intimidación para que no se use?), pero a pesar de las nueve (9) videocámaras,
el actual presidente de la comunidad pone todos los impedimentos para que no se
utilice; ¿dónde está la lógica en estas actuaciones?: ¡en ninguna parte!, pero
hasta la J.G.O. del año próximo, en marzo de 2016, no podrá remediarse la
situación … es decir, ¡el verano 2015 perdido!.
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