Un
propietario de nuestra Comunidad nos pide que pongamos en el blog algo relacionado
con la galerna que azotó sobre “La Sorrozuela” en la noche del 3 al 4 de
noviembre de 2014, que se cebó de una manera espectacular con el Club Social y en
menor, escasa, medida con las propiedades situadas en las cercanías.
El viento
sopló aquella noche de una manera muy intensa, parecía como si se hubiera
formado un embudo o estrechamiento que multiplicó la potencia del aire que
venía ya muy fuerte desde el mar, por el nordeste, parece como si el fuerte
viento se hubiera encajonado entre las peñas y acantilados del estuario de la
ría de Ajo y se hubiera elevado sobre el vértice en que está el Club Social, para
arrasar esa parte de la urbanización.
El resultado fue el siguiente:
· el muro de
cierre de la parcela nº 54 (en el lateral norte del Club) se desplomó sobre la
acera a todo lo largo, excepto una pequeña parte del mismo en la zona más baja
de la parcela, por cierto, el derrumbamiento se llevó por delante una farola,
·
volaron docenas o cientos de piezas de pizarra del tejado del Club Social,
· la
valla perimetral de cierre de la pista polideportiva quedo deteriorada, particularmente
la parte nordeste, que se rompió y cayó sobre la propia pista,
· se rompieron
varios cristales del Club Social, inicialmente los de las ventanas (recordad
que no tenían persianas) que dan a la zona de la que provenía el viento, y una vez
rotos, con el aire haciendo presión en el interior, rompió varios otros más de
la zona opuesta,
· el viento arrancó la barandilla de la terraza del Club
Social,
· los tres contenedores de basura cuya ubicación esta en la parte trasera del
Club, salieron volando: uno aterrizó en la parcela unificada nº 56-57, otro sobre
la antigua bolera y el tercero ni se sabe, aun lo están buscando,
· algunos
arbustos del jardín del Club fueron también rotos o arrancados,
· el aspecto del
Club y alrededores el día de después parecía el de una zona de guerra, llena
cascotes y cristales rotos, restos de vegetación, múltiple piezas de la pizarra
del tejado y la barandilla de la terraza por el suelo, la tela metálica de la
pista derrumbada, etc.
Las fotos que ponemos (gentileza de Agustín) son reflejo
de cuando relatamos. Y por cierto, estamos abiertos a la recepción de más fotos
que puedan dar idea de la magnitud de los destrozos.
Ahora bien, de cara a la
reparación de los daños, algunos propietarios desearíamos que no se hagan las
cosas “a tontas y a locas”, estamos ante una magnífica ocasión para retomar con
seriedad las obras que se aprobaron en la J.G.E. de 3 de mayo y que algunos
hicieron paralizar (al devolver la derrama aprobada) por su supuesto miedo (¿o era pánico?) e
incertidumbre de las previsiones del P.G.O.U. de Bareyo, en trámite; seguramente
ha llegado el momento de que nos replanteemos cómo proteger el Club (¡y su
parcela completa!) de intrusos, convirtiéndolo en un equipamiento exclusivo
para los propietarios: Club Social, pista polideportiva y jardines.
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