No
hay mejor imagen que la que ponemos hoy para acreditar que la contaminación de
los mares alcanza niveles de horror: un caballito de mar que se aferra, a modo
de ancla, a un palito de plástico con algodón en los extremos que usamos para la limpieza de los oídos de los bebés
humanos … ¿Hay quien dé más?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.