Este
pasado finde en Ajo, en uno de los lugares
más emblemáticos de la costa de Cantabria, y de España entera, estaba
autorizada una actividad pseudo cultural que, para la mayoría, no podía traer
nada bueno al pueblo, ni al paisaje, ni a la ecología: el “Delirium
Festival” de música electrónica.
Dicen
que 10.000 personas hicieron acampada libre en una zona de especial protección ecológica y un megabotellón de 3 días (incluso de 4, porque algunos cafres madrugaron y llegaron antes de tiempo,
la víspera), pero los “artistas”
anunciados, tres afamados (¿?) DJs, se excusaron y no aparecieron … así que se montó
la gran bronca.
Ponemos enlaces a dos diarios regionales que han relatado detalles del
fiasco (enlace 1 y enlace 2), pero lo que más llama la
atención son las fotos, ponemos dos, la de arriba (después del titular de El Correo de Bilbao), es de "eldiario.es" (miles de bolsas de plástico "pegadas" a las vallas por efecto del viento, sin las vallas metálicas el plástico habría caído a la playa y terminado en el mar), la de abajo, es de El Correo (se ve cómo quedó una de las campas afectadas); ahora bien, en casi toda
la prensa nacional hay información, reportajes y fotos, incluidas las emisoras de
televisión de ámbito nacional, sobre la barbaridad antiecológica perpetrada en
el cabo Quintres, a pocos metros del cabo de Ajo, verdadera proa del territorio
nacional de España en el mar Cantábrico.
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