Si el sábado fue "la última presidencial", días antes "la anterior presidencial" ...

... pues sí, la semana pasada "la presidencial" consistió en una orden al empleado de la Urbanización para que procediera destruir parte del cerramiento vegetal que separa el fondo del recinto de la piscina de las fincas rústicas ajenas y fuera de "La Sorrozuela". La nueva "obra" presidencial consistió en cortar de cuajo, desde el suelo, las coníferas que cierran la parcela de la piscina que impiden ver y ser vistos desde el exterior. El importe de los daños causados al patrimonio de la Comunidad de Propietarios por esta actuación presidencial está por evaluar ...

La explicación presidencial fue que hacía ese desmán para que todos pudiéramos presenciar lo que hay allí detrás, en la parte trasera de la parcela de cierto propietario (que no le gusta nada al Sr. Presidente) y para, después, hacer él mismo una denuncia al Inspector de Costas, en cuanto le vea ...

Puede que el llamado "presidente" de la Comunidad (aunque su designación se hizo en contra de lo establecido por los Estatutos de la Comunidad, por lo tanto su legitimidad de origen es más que cuestionable) pueda tener un atisbo de razón de fondo ... pero no son formas.

Los Estatutos de la Comunidad prohíben que haya negocios (explotaciones industriales) establecidos en la Urbanización (art. 23), y prohíben también (art. 22) que desde parcelas de la Urbanización se de paso y servicios a fincas (por cierto, de carácter rústico) que están fuera, y son ajenas, a la Urbanización; por otra parte, la vaguada que existe entre las dos zonas de la Urbanización, de las que la piscina sería el vértice, está considerada, tanto por las normas subsidiarias vigentes, como también por el P.G.O.U. en trámite avanzado, como "suelo rústico de especial protección ecológica" ... pero de ahí a que alguien se tome la justicia por su mano hay un abismo, y además si como coartada toma decisiones que suponen causar daños económicos conscientes y directos en los bienes comunes de la Urbanización, que son patrimonio de todos los propietarios.

Parece que se se va colmando el vaso de la paciencia de muchos propietarios.