El
23 de diciembre de 2018 pusimos en el blog un post titulado “Ahorcamientos involuntarios en la mar:
¡pobre fauna!” (pinchar aquí encima para enlazar), la imagen que hoy les
ponemos es menos dramática, pero retrata la misma imagen, que es acreditativa
de la brutal contaminación con plástico que sufre el mar.
La
de ahora representa un caballito de mar, que es un pez muy pequeño (háganse Vds.
mismos la comparación en la propia imagen), aferrado con su cola prensil a un bastoncillo
higiénico para la limpieza interna de los oídos; pues bien, y aprovechamos la
ocasión, el uso de tales bastoncillos están desaconsejados por razones médicas,
puesto que muchas veces no limpian el conducto del oído extrayendo el cerumen,
sino que lo introducen más y lo compactan en el interior, generando disfunciones
y enfermedades, aunque lo que aquí ahora nos interesa más es poner de manifiesto
que muchos millones de bastoncillos acaban cada año en todos los mares del mundo,
su pervivencia dura décadas y son una fuente de contaminación muy importante y
muy inquietante. ¡Eviten su uso!, mejor, ¡suprímanlos!.
Por cierto, esta misma imagen la utilizamos ya el verano pasado (pinchar aquí encima para enlazar) pero es que el problema persiste …
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